La hormona antimülleriana o AMH es una proteína cuya función principal ocurre en el embarazo, siendo la encargada del proceso de diferenciación sexual del feto. Además, tiene gran influencia en la fertilidad tanto de hombres como de mujeres.
En el sexo femenino, la AMH es producida por los folículos preantrales y antrales de los ovarios desde la primera menstruación hasta la menopausia, y sirve como indicador de la reserva ovárica, que es como se denomina a la cantidad de óvulos que hay en los ovarios en un determinado momento de la vida reproductiva de la mujer.
Así, el análisis de la hormona antimülleriana ofrece información importante en el contexto del embarazo y la planificación familiar, ya que permite evaluar la capacidad reproductiva de una mujer en un momento concreto de su vida.
En el caso del sexo masculino, la AMH se produce en las células de Sertoli, ubicadas en los testículos, y está relacionada con la producción de espermatozoides, proceso conocido como espermatogénesis. Eso hace que el análisis de AMH en hombres pueda ser útil en el diagnóstico de azoospermia, la ausencia de espermatozoides en el semen.
Los niveles altos de AMH pueden indicar que la mujer dispone de una buena reserva ovárica. Sin embargo, valores bajos de hormona antimülleriana pueden estar desvelando una disminución en la cantidad de óvulos disponibles, y una baja respuesta a la estimulación hormonal.
Aunque los valores de AMH normales pueden variar en función del laboratorio encargado de hacer las pruebas, y de cada mujer, podemos considerar normales unos valores de hormona antimulleriana entre 0,7 y 2,9 ng/ml. Por debajo de 0,7ng/ml estaríamos ante un nivel bajo de reserva ovárica.
El análisis de la hormona antimülleriana puede realizarse en cualquier momento del ciclo menstrual, ya que los niveles de AMH no fluctúan apenas con los cambios hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual. Además, no es necesario estar en ayunas para poder realizarse este tipo de examen.
La decisión de llevar a cabo un análisis de AMH debe basarse en una evaluación individualizada, teniendo en cuenta factores como la edad, el historial médico y reproductivo, así como cualquier síntoma relacionado con trastornos de la fertilidad.
En mujeres, se suele recomendar como parte de una evaluación de fertilidad, sobre todo si se está planteando como opción la reproducción asistida. En hombres, su uso está más orientado hacia casos particulares de infertilidad. También es útil saber que los resultados de un análisis de AMH pueden ser de utilidad a la hora de decidir por qué modalidad de reproducción asistida optar para conseguir la máxima eficacia posible con el tratamiento.
La hormona antimülleriana también es de utilidad para comprender qué posibilidades tiene una mujer de quedarse embarazada. Es decir, los niveles de AMH pueden influir directamente sobre la planificación de embarazo, sobre todo en contextos en los que la reproducción asistida se presenta como la mejor opción.
Esto significa que, dependiendo de los niveles de AMH que presente una mujer, los especialistas pueden ajustar las dosis de los tratamientos que se utilizan para la estimulación ovárica, lo que permite optimizar la cantidad y calidad de óvulos disponibles para la concepción.
La AMH, además, se considera un marcador más estable que otras hormonas involucradas en la evaluación de la fertilidad, como la FSH (hormona folículo estimulante), cuyos niveles sí pueden variar de forma notable a lo largo del ciclo menstrual. Esto hace que prestar atención a los valores de la hormona antimülleriana para quedar embarazada sea más recomendable si se desea planificar el momento adecuado para iniciar un tratamiento de reproducción asistida con mayores probabilidades de éxito.
Es importante aclarar que los valores de la hormona antimülleriana, aunque aportan una información muy valiosa, no determinan de forma absoluta la capacidad de la mujer para concebir, sino que nos proporciona información sobre el tratamiento de reproducción asistida más adecuado para conseguir un embarazo y las dosis de medicación necesarias.
AMH | Valores |
Hormona antimülleriana alta | Más de 3 ng/ml |
Hormona antimülleriana normal | Entre 0.7 y 2.9 ng/ml |
Hormona antimülleriana baja | Menos de 0.6 ng/ml |
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