Más de un 10% de la población española sufre o sufrirá de piedras en el riñón. Los cálculos renales son una molesta afección que puede llegar a resultar muy dolorosa, pero existen métodos que permiten tratar esta patología para acortar tanto el sufrimiento como sus tiempos de recuperación.
La litotricia extracorpórea es uno de ellos, por eso hay que saber qué es, cómo se practica y qué ventajas aporta este procedimiento.
Los cálculos renales, también conocidos como piedras en el riñón, son depósitos sólidos formados por sales y minerales que se forman en el interior de este órgano. Estos depósitos son causados por el acúmulo de dichas sustancias, provocado generalmente por motivos alimentarios, la toma de determinados suplementos (como los de calcio), el exceso de peso o una hidratación insuficiente.
El problema de las piedras en el riñón se origina cuando se desprenden del órgano en dirección a los uréteres, los finos conductos a través de los que los que la orina circula desde el riñón hasta la vejiga, saco muscular del que después sale al exterior a través de la uretra. Los cálculos renales pueden obstruir los uréteres, ocasionando dolor a la persona que sufre de esta afección y pudiendo generar graves daños a los riñones si impiden el paso de la orina en dirección a la vejiga.
La litotricia extracorpórea por ondas de choque es un procedimiento poco invasivo que se realiza desde el exterior del cuerpo con el objetivo de romper los cálculos en el riñón sin hacer incisiones.
Este tratamiento utiliza ondas sonoras para, con las vibraciones, llegar a la litiasis urinaria y fraccionar las piedras en el riñón que están causando daños al paciente con el objetivo de que este pueda expulsarlas de forma natural a través de la micción.
Este tratamiento para piedras del riñón se recomienda en casos en los que los cálculos renales no son de gran tamaño, con lo que el procedimiento de la litotricia extracorpórea debe ser suficiente para romperlos y permitir que el paciente pueda expulsarlas de forma sencilla junto con la orina.
Existen limitaciones a este procedimiento, como es el tamaño de la litiasis > 2 cm, la obesidad, la gestación y los trastornos de la coagulación.
El equipo de la Unidad de Litotricia del Hospital La Moraleja de Madrid guiará al paciente durante todo el procedimiento.
Tras la primera consulta, es necesario seguir las pautas prescritas por el urólogo. Será necesario beber más agua para diluir en la medida de lo posible el cálculo renal, y es posible que haya que limitar el consumo de ciertos alimentos de la dieta.
Conviene ser específico en la consulta con los productos que se estén tomando, ya que de este modo el médico podrá obtener un diagnóstico más certero.
La duración del procedimiento de litotricia extracorpórea es de entre 40 y 60 minutos. Se realiza en régimen ambulatorio, por tanto no requiere ingreso y podrá marcharse a casa después del procedimiento.
Durante el postoperatorio de la litotricia extracorpórea con ondas de choque es normal sentir molestias al expulsar los fragmentos de piedras en el riñón, así como presentar hematomas en la zona del cuerpo desde la que se aplicasen las ondas sonoras.
Los días de baja laboral dependerán del tipo de trabajo que desempeñe cada paciente, pero lo normal es entre 1 y 2 días. En cuanto a la recuperación de la litotricia, puede llevar varios días. Se recomienda 48-72 horas de reposo relativo, pero al tratarse de un procedimiento ambulante, si el paciente desarrolla una actividad laboral poco física, podría reincorporarse inmediatamente.
Uno de los posibles efectos secundarios después de una litotricia es presentar sangre en la orina durante varios días o semanas. Además, puede que el paciente sufra náuseas y algo de dolor a la hora de expulsar los fragmentos de los cálculos renales.
Es muy importante acudir a las citas de seguimiento, así como solicitar cita en caso de extenderse esta fase más allá de lo descrito por los urólogos del Hospital La Moraleja.
El equipo de urología del Hospital La Moraleja será el que determine el número de días de baja laboral, ya que dependerán de la situación de cada paciente. Lo normal es que haya que guardar unos días de reposo absoluto, entre 4 y 5.
Para saber cuántos días de reposo se necesitan después de una litotricia es necesario analizar bien cada caso. Lo normal es que tras unos días de baja, el paciente pueda volver a su rutina de vida habitual, aunque sin realizar esfuerzos durante 3 o 4 semanas, o en su defecto hasta haber eliminado por completo las piedras en el riñón.
La litotricia puede ser molesta durante el procedimiento, aunque la sedación y/o la anestesia permiten que el paciente solo sienta una leve molestia mientras se le practica. Después, en casa, puede sufrir algo de dolor y malestar en los momentos en los que expulse los fragmentos.
Es posible que, dependiendo del tamaño y la composición de los cálculos renales, sea necesaria una segunda sesión con ondas de choque para acabar con esta afección.
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