El cólico nefrítico es una afección de los riñones y las vías urinarias que puede resultar muy dolorosa y que afecta de forma muy distinta a cada persona que lo sufre. En la gran mayoría de los casos, un cálculo renal se expulsa de forma natural y solo hay que paliar el dolor con ayuda de un urólogo especialista, pero en otras ocasiones es necesario aplicar un determinado tratamiento dirigido al cólico nefrítico.
Un cólico nefrítico es un dolor intenso que se presenta a la altura de los riñones o de los conductos urinarios. Esta afección también es conocida como cólico renal, y requiere de atención médica de urgencia para acabar con el motivo de que los riñones se dilaten y dejen de generar un dolor que puede llegar a ser difícilmente soportable.
El cólico en los riñones se debe, por lo general, por la presencia de una piedra o cálculo renal en los uréteres, que son los estrechos conductos por los que la orina pasa desde los riñones a la vejiga.
Estos cálculos renales son piedras formadas por sales de calcio o ácido úrico generalmente, que se forman en el riñón y que, si adquieren un tamaño considerable y se desprenden hacia los uréteres, pueden obstruirlos y no dejar pasar la orina que va rumbo a la vejiga.
Estos cálculos en ocasiones tienes un origen genético hereditario o metabólico. En otros casos hay factores que favorecen su formación:
La obstrucción de los uréteres provocada por un cálculo renal, y la consiguiente inflamación de estos órganos, produce un dolor muy característico en la fosa renal, hacia los flancos.
Este dolor, aunque comienza en la zona lumbar, se extiende rápidamente hacia las ingles y la zona genital.
Aún así, es indispensable solicitar una cita médica con premura con los especialistas de urología del Hospital La Moraleja, donde además de un examen físico, estos pueden solicitar algunas de las siguientes pruebas diagnósticas para confirmar si el paciente está sufriendo un cólico renal:
Alcanzar un diagnóstico seguro cuanto antes es la clave para poder combatir el dolor y eliminar la fuente de esta molesta afección.
La existencia de un cálculo renal no es extraña, el problema llega cuando éste es del tamaño suficiente como para despertar el dolor del cólico nefrítico al descender por los uréteres.
Existen diferentes síntomas de un cólico nefrítico, pero estos son los principales:
Cuando el cálculo renal es inferior a los 10 mm., el cuerpo puede expulsarlo de forma natural empleando la propia presión de la orina, por lo que el tratamiento podría basarse en el alivio del dolor.
Sin embargo, si la piedra es más grande, será necesario emplear el tratamiento para el cólico nefrítico más apropiado en cada caso:
Ya hemos contado por qué se produce un cólico nefrítico, ¿pero es posible adelantarse a esta patología para no llegar a sufrirla y no tener que recurrir a un tratamiento para el cólico renal?
Saber por qué dan cólicos al riñón es la clave para prevenirlos: si la afección se produce por la acumulación de sales y minerales como el calcio, que se acumulan hasta formar una piedra, lo que hay que hacer es conseguir que dichos cálculos no lleguen a formarse.
Un cólico nefrítico puede provocar determinadas complicaciones si no se trata con premura. Así, puede provocar infección de orina que podría llegar a pasar a la sangre. Además, la obstrucción total de los uréteres puede hacer que el riñón aumente de tamaño y pueda sufrir daños irreversibles, así como provocar una insuficiencia renal.
Aplicar un tratamiento para el cólico nefrítico a tiempo consigue minimizar cualquier consecuencia negativa tras conseguir extraer el cálculo renal de la zona afectada. A partir de ahí, habrá que aplicar los consejos del servicio de urología del Hospital La Moraleja para evitar en la medida de lo posible la aparición de un nuevo cólico nefrítico y sus secuelas.
Un cólico nefrítico dura unas horas, por lo que si el dolor persiste más allá de un día, o resulta demasiado insoportable, hay que acudir a las urgencias médicas para obtener un diagnóstico fiable lo antes posible.
Tomando los anagésicos prescritos por el especialista o su medico de cabecera. Puede ayudar aplicar calor en la zona dolorida. Aún así, lo mejor es acudir al médico cuanto antes, así se podrá estudiar la composición del cálculo renal y decidir si basta con recetar un medicamento apropiado o si es necesario aplicar algún tipo de tratamiento más invasivo.
Será necesario ir a urgencias por un cólico nefrítico en caso de aparecer fiebre, ante la imposibilidad de orinar o si el dolor supera las barreras de lo soportable y se prolonga demasiado en el tiempo.
Además, casos como los de las mujeres embarazadas o personas a las que se les ha trasplantado un riñón deben acudir cuanto antes, en cuanto comiencen a percibir los primeros síntomas.
No existen alimentos prohibidos, pero dependiendo del tipo de cálculo será aconsejable disminuir la ingesta de ciertos alimentos. En general siempre se aconsejará disminuir la sal y proteínas de la dieta. Y lo más importante, beber una cantidad de líquidos que nos haga orinar más de dos litros y medio al día.
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